martes, 31 de marzo de 2009

SINGULARIDADES DE UMA RAPARIGA LOURA


Un hombre viaja en un tren junto a una mujer. No se conocen. Él se llama Macario, y decide contarle su historia a la mujer que tiene a su lado. Él era un contador trabajando para su tío, en una oficina en Lisboa desde la cual un día descubre a través de la ventana a una joven de quien rápidamente se enamora. A través de un conocido intentará establecer una relación con aquella mujer, el encuentro se produce, se enamoran y deciden casarse. Pero el tío se opone a la relación y lo despide. Ahora Macario vuelve a reencontrarse con aquella mujer, decidido a concluir la historia pero quizás el destino tenga preparados nuevos obstáculos para ellos. Basada en un relato breve de Eça de Queirós del siglo XIX, que Oliveira adapta ya con más de cien años a cuestas, Singularidades de uma rapariga loura se revela, de una manera rigurosa y casi perfecta, como otra de sus habituales obras maestras.

el director:
Manoel de Oliveira (1908- ) nació en una familia de holgada posición socio-económica en la ciudad portuguesa de Oporto. Estudió con los jesuitas, y desde muy joven manifestó su pasión por el séptimo arte. En los tiempos del cine mudo, Manoel de Oliveira hizo su primera aparición en pantalla como actor en una película de Rino Lupo, cineasta italiano que forma parte de la historia del cine portugués de los años veinte. Continuó interpretando tras haber hecho sus primeras aproximaciones como director y llegó a obtener un papel relevante en la primera película sonora rodada en Portugal, A canção de Lisboa, de Cottinelli Telmo. Siendo ya director consumado, es rara la vez que no aparece fugazmente en alguno de sus filmes. En 1931, dirigió su primer corto, Douro, faina fluvial, película documental que dejaba patente la influencia que ejercían sobre él directores como Robert Flaherty y los documentales soviéticos. En esta película describía una jornada de trabajo de los pescadores de las riberas del río Duero. En este trabajo ya se revelaba su particular sensibilidad y su espíritu afín a las vanguardias europeas. Otros documentales son Já se fabricam automóveis en Portugal y Miramar, praia de rosas, ambos de 1938. Su producción fílmica dedicada a la ficción se caracteriza por una marcada teatralidad y una casi constante reflexión acerca de la naturaleza del arte, el espectáculo y la esencia del ser humano. En 1942 dirigió Aniki Bobó, interpretada por una pandilla de chicos de las calles de Porto, film directo, simple, vivo, que supuso un logro excepcional, sobre todo si se tiene en cuenta que fue anterior al neorrealismo italiano. En 1956 dirigió El pintor y la ciudad, película a partir de la cual su estética y su lenguaje fílmico tomaron un rumbo distinto, minimizando la importancia del montaje y priorizando los planos largos y la puesta en escena más teatral, arropada por diálogos densos y textos muy trabajados, lo que le ha supuesto duras críticas y enemigos de su obra, así como seguidores incondicionales.

La película la dirigió a los 99 años!

1 de abril 22:45 HOYTS
2 de abril 20:30 MALBA

Cortoscopía, cine breve.

No hay comentarios: